Lo que hago muestra en lo que creo.
Creo en la armonía de los objetos y su estética atemporal.
Creo en la artesanía como valor.
Creo que moda y diseño deben de estar al servicio de las personas y no al revés.
Creo que todo se puede, prestando la suficiente atención y encontrando el cómo.
Como profesional de la moda, me siento en la responsabilidad de hacer mi aportación prescindiendo de lo conocido, lo fácil, aunque no lo más favorecedor, y abrazar la incertidumbre del a dónde me llevará la inspiración creativa esta vez.
Al más puro estilo de la Alta Costura del siglo pasado, te presento a Beatrix: una pieza refinada sin ostentación.
El diseñador, que firmaba sus creaciones de Alta Costura, reunía en su salón a las mejores clientas para mostrarles las propuestas que había construido inspirado en ellas, en su estilo de vida y necesidades.
De ahí surgirían los encargos a título personal con que mantener y hacer prosperar su negocio de moda.
Explorar cómo puede posicionarse un tejido sobre un cuerpo abre las puertas a un mundo de infinitas posibilidades creativas.
Abstraerse de los condicionantes de lo conocido y tratar ver de otra manera es el primer paso del proceso.
Creo que la belleza es inherente a la condición femenina, y el cuerpo de cada mujer la expresa en sus rasgos físicos únicos y personales. Mi trabajo consiste en dominar las herramientas del diseño para potenciarlos y hacer que brilles ese día tan especial, como es el de tu boda.
Soy Cristina, diseñadora de moda, apasionada de la Alta Costura y siento debilidad cuando me dices: “estoy en tus manos”.
¿Entiendes por qué no es posible diseñar un vestido de novia fluido de brocado, fastuoso de crepe o rígido de chifón?
