EL DISEÑO: LA CLAVE EN UN VESTIDO DE NOVIA DIFERENTE

Si no hubiera hecho de la indumentaria mi profesión, creo que se me haría cuesta arriba el lograr dar con  un vestido de novia diferente que encajase con mi personalidad meticulosa, mis 1,58 cm de estatura, que no es mucho, y con mi complexión corriente, pero con sus puntos fuertes, que puedo potenciar y dar protagonismo, y sus puntos débiles. Además me siento muy femenina, pero me gusta mostrarme discreta, y en ocasiones especiales, un tanto sofisticada.
No me gusta llamar la atención, pero tampoco pasar desapercibida a los observadores más agudos. Y no me veo encajando en los arquetipos o estilos de mujer predefinidos en la industria de la moda, y que facilmente se encuentran en cualquier establecimiento, esto es, la romántica, la clásica, la tradicional, la étnica/hippie, la rústico/campestre, la moderna, la sofisticada, la femme fatale,  imitando a la celebrity del momento y algunos más. Sin embargo sí tengo un poco de cada uno de ellos, en mayor o menor medida.

El mapa de situación del mercado de la moda nupcial es maduro y ofrece una variedad de  categorías de producto, considero que conocidas por todos.
Aun así, se me haría dificil. Con toda sinceridad lo expreso. Aunque se me pasó al principio mencionar mi faceta un tanto exigente.

Describo este hipotético contexto de ponerme en tu situación, para acercarme lo más objetivamente posible a tu realidad. Quiero hacer mi aportación al mundo de la moda y no se me ocurre modo más eficaz de hacerlo que siendo la respuesta a tus necesidades, ilusiones, anhelos y espectativas.

Me pongo en tu piel cuando determino qué diseños voy a desarrollar y escojo entre aquellos que yo misma sería capaz de vestir y defender.
Del mismo modo que habiendo pensado, diseñado y contruido piezas, las desecho porque no me parecen suficientes para mi y por lo tanto tampoco lo serán para ti.

Cuando recibo tu visita, te escucho. En ese momento no soy absolutamnete nada más que atención. Qué me dices, cómo lo dices, pero también lo que no dices e intuyo. El único pensamiento que subyace presente, como telón de fondo, en nuestras entrevistas, es la gran seguridad que tengo en mí misma. Fruto de la experiencia. Es la seguridad de que cuento con todos los medios;  sensibillidad, inteligencia, conocimientos, habilidades, capacidad de trabajo y voluntad, necesarios para lograr atenderte como a mí me gustaría ser atendida.

Vestirse es un lenguaje con el que expresas al mundo quien eres o cómo quieres ser percibida, y eso no tiene porqué encajar con lo que el mercado de la moda propone en ese momento.
El diseño es clave en un vestido de novia diferente, y el diseñador de moda profesional, entre los que me cuento, conoce cada una de las herramientas del diseño. Las ha utilizado, sabe de su rendimiento y en qué medida aplicarlas para conseguir un objetivo determinado en cada caso.

Tu sueño, de un vestido de novia diferente, es el mio, tu gran ilusión es también la mia y tu satisfacción es el motivo que me mueve cada día, por ser una mejor diseñadora.